Los primeros chips animales inyectables aparecieron en los años noventa. En aquel entonces, utilizando su experiencia en electrónica de radiofrecuencia (I + D de Ordicam), nuestros fundadores de Realtrace desarrollaron una gama de escáneres para lectura de chips sin contacto mientras trabajaban en estrecha colaboración con los fabricantes de transpondedores. 

Desde 1996, cuando la certificación ISO estandarizó el uso de estos productos de alta tecnología, los chips han evolucionado considerablemente. Si bien el concepto básico se ha mantenido igual, la grabación de un número de identificación único en el chip, el tamaño general ha disminuido significativamente. El cilindro de biovidrio que aloja el chip ahora mide solo 1,2 mm (en comparación con 2,2 mm), mientras que el chip tiene menos de 0,7 mm2. 

Como líderes en el desarrollo de estos escáneres, Realtrace ha trabajado arduamente para reducir los costos de los productos, de modo que ahora son 10 veces menos que hace 20 años. 

Realtrace está a la vanguardia de la innovación tecnológica. Los registros de vacunación en el chip (Australia), un lector de Bluetooth (2004), lectores de comunicación de teléfonos móviles, aplicaciones gratuitas de Android e iOS, bases de datos configurables móviles, inyectores de plástico biodegradables y medallas Bluetooth para perros y gatos son solo algunos ejemplos del ingenio. y pasión que inspira a nuestro equipo.